Durante esta primera semana, mantendremos la opción de consumir algunos carbohidratos altos en almidón, pero limitaremos su consumo a no más del 20% del plato.
No olvides que el almidón es la manera en que las plantas almacenan glucosa, y a nuestro organismo se le hace mucho más fácil acceder a ella. Por lo tanto, contribuyen a exacerbar el problema que el azúcar y los productos procesados nos generan.
Como comparación, el arroz blanco tiene un índice glucémico más alto que el azúcar de mesa. Por lo tanto ¡eleva la glucosa en sangre más rápidamente que el azúcar de mesa!
Las frutas son los caramelos de la naturaleza, en particular en la actualidad como consecuencia de la selección e intervención humana que las ha llevado ser cada vez más dulces.
Cuando vivíamos como cazadores y recolectores, la disponibilidad de fruta era limitada y, en general, solo disponible durante el verano y parte del otoño. En esas estaciones las consumíamos y nos permitían almacenar grasa en preparación para el invierno.
Pero en la actualidad, nuestro consumo de fruta dejó de ser estacional y, sumado a esto el excesivo consumo de jugos de fruta, estos alimentos se han convertido en uno de los factores importantes que contribuyen a la adicción a lo dulce.
Por estas razones, limitaremos tanto la variedad como la cantidad de frutas que consumiremos. Revisa la guía práctica de frutas donde se detallan las opciones permitidas, y limita tu consumo a una porción diaria al día con el estómago vacío idealmente antes de la última comida.
Puedes consumir todas las verduras que quieras que crezcan por sobre la superficie de la tierra, pues su contenido de almidón y azúcar tiende a ser mucho más bajo. Te entregarán saciedad y micronutrientes para alimentarte a nivel celular.
Te invito a que revises tu guía práctica Verduras bajas en carbohidratos.