No quise escribir antes de recibir mis exámenes médicos para comentar mi experiencia con mayores fundamentos, así que ahora lo hago.

Mi nombre es Soledad Mutizabal y llevo cinco años con un diagnóstico de hepatitis autoinmune a lo que sumé hígado graso nivel 1. La hepatitis me llevó a tomar inmunosupresores y corticoides, con varias dosis importantes durante ciertos periodos, lo que unido a las molestias propias de la enfermedad, implican inflamación de la cara, aumento de peso, entre otros efectos secundarios.

Por mucho tiempo visité nutricionistas y no podía revertir ningún indicador. Un día leí un reportaje sobre Matías y llegué a la página, ya sólo pensé que debía intentarlo, no perdía nada.

Comencé con el programa Reboot digestivo y noté los cambios. Comencé a sentirme bien, sin tanto cansancio y dolores musculares. Después llegó el confinamiento y me asusté bastante por pertenecer al grupo de riesgo, pero con las indicaciones de Matías, seguí con el programa, sintiéndome mucho mejor de lo que pude percibir en años.

Cuando terminé el Reeboot digestivo, seguí con el programa Kinu Cycling y la semana pasada fui a realizar mis exámenes para el control.

El hígado es un órgano muy sensible al estrés y debo seguir trabajando en ello, pero puedo comentar que desde que comencé, llevo 13 kilos menos, no tengo resistencia a la insulina, el colesterol y los triglicéridos están perfectos y lo que más me alegró fue ver que ya no tengo hígado graso.

Tengo un primo médico al que envié los exámenes porque pensé que había un error, pero estaba todo bien, en sus palabras, un hígado sin grasa tiene un 70% de tejido de reserva antes de fallar. Sus recomendaciones siempre han sido: comer sano, hacer ejercicio, no fumar ni beber alcohol, y en eso me estoy enfocando. Sólo puedo agradecer porque con estos programas he aprendido a mantener una alimentación saludable y de verdad la vida cambia positivamente si nos preocupamos de ello.

¡Muchas gracias Matías!

Soledad Mutizábal.
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