Comer o no comer carne

¿Es necesario consumir carne para llevar una vida sana? Comer o no comer carne es una de las preguntas que ha querido responder la ciencia. El tema tiene simpatizantes y detractores. Sin embargo, aunque la OMS tiene a las carnes rojas en el grupo 1 de los alimentos que pueden producir distintos tipos de cáncer, es importante señalar que se refiere a las carnes rojas procesadas y que manteniendo una dieta balanceada y equilibrada, ésta entrega Vitamina B12, proteínas y otras sustancias necesarias para nuestro organismo.

Entonces, es importante que conozcamos las virtudes y diferencias entre las carnes naturales y las convencionales.

El papel de los rumiantes en la fertilidad de la tierra

El rol de los rumiantes en las carnes naturales en el ecosistema es diferente. Aunque suene y parezca extraño, las plantas los usan como transportador de sus semillas. Estas -a su vez- contienen protecciones químicas que impiden su digestión y el rumiante, a través de sus deposiciones va plantando las semillas, además de fertilizar la tierra debido al alto contenido de nitrógeno, fósforo y potasio. Es así como los rumiantes cumplen un rol fundamental en la regeneración de suelos y praderas, apoyando el desarrollo de la capa fértil de la tierra, llamada humus, año a año.

El feedlot o engorde, no sólo genera sobrepeso en los animales

En la vereda de las carnes convencionales, los rumiantes permanecen en feedlots, como se llaman a los lugares donde se alimenta al ganado de manera confinada. Estos espacios aparecen en EEUU en la década de los 50, lo que permitió asegurar la producción con importantes ganancias. Uno de ellos, fue la posibilidad de alimentar grandes cantidades de ganado en espacios reducidos, aumentando así la producción de carne y haciendo el proceso mucho más eficiente. Basado en el principio de acelerar el crecimiento del animal (en 1 año), a través de un aumento calórico de la alimentación por el uso de cereales, hormonas de crecimiento y antibióticos, es que el sistema de feedlot, permitió el aumento del consumo y la baja en los precios.

¿Cuál es el problema que podemos dilucidar de esto? Es que al igual que los seres humanos, el organismo del animal no está diseñado para alimentarse de cereales.

Los cereales y legumbres, como el maíz y la soya, aumentan de manera espectacular la tasa de crecimiento de los animales y la producción de leche; pero este tipo de alimentación los destruye, ya que el delicado equilibrio bacteriano del rumen de estos animales se acidifica y pudre. Por otra parte, el exceso de energía de estos alimentos más el uso de antibióticos y hormonas, se almacena como grasa y genera el famoso marmoleo de las carnes, que además de intoxicar al ganado y a quien lo consume, produce una carne baja en vitaminas. ¿Cómo lo notamos? La presencia de grasa blanca, indica la ausencia de antioxidantes.

Resistencia a los antibióticos – La carne convencional nos está matando de manera indirecta

Además de lo anterior, y por si no lo sabías, se estima que cerca del 80% de nuestra exposición a antibióticos es a través de las carnes, pescados como el salmón de cultivo y aves. Las bacterias patógenas comienzan a volverse resistentes a los antibióticos y, por ejemplo, en el estado de Victoria en Australia, este problema es considerado una amenaza a la salud de la población. Esto se debe a que se han dado casos de infecciones comunes en donde los antibióticos convencionales ya no dan resultados, en gran parte, producto de lo que comemos.

Así mismo, los antibióticos presentes en los alimentos, van destruyendo la microbiota intestinal, supra organismo fundamental para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.

Ganadería de pradera regenerativa

Con lo anterior, parece obvio que se recomiende preferir las carnes de libre pastoreo, y más aún si vienen de praderas regenerativas, es decir, intentando emular el papel que juegan los rumiantes salvajes en la salud de la capa fértil de la tierra, a través de la rotación del ganado en diferentes praderas. Esto permite que las deposiciones del animal fertilicen el humus, y así, se vayan regenerando los suelos, con todas las consecuencias positivas que eso conlleva.

Ventajas de las carnes naturales vs. carnes convencionales

Estas carnes naturales, provienen de animales que han sido alimentados solo con pasto y equivalentes. No usan antobioticos ni hormonas, su crecimiento es natural (2 años aproximandamente). Este tipo de carne se caracterizan, además, por que:

  1. Es magra, es decir, el contenido graso es mucho menor que el de carnes convencionales
  2. Es de color rojo oscuro
  3. El contenido graso es de color amarillento, lo que indica presencia de antioxidantes (betacaroteno) provenientes del pasto
  4. Contiene ácidos grasos Omega – 3, vitaminas B6 y E
  5. Los animales pasan toda su vida pastando en praderas, en lugar de estar confinados en espacios insalubres.

Comer o no comer carne 3

Carne orgánica no es lo mismo que Libre Pastoreo

Si está leyendo esto y estás tranquilo porque comes carne orgánica, hay que estar atento porque ésta puede provenir de animales en feedlots que han sido alimentados con cereales orgánicos. Los beneficios de la carne orgánica para obtenerlos, deben provenir de animales alimentados de manera natural en praderas que hayan sido certificadas como orgánicas.

La carne natural es más cara, sin embargo puedes balancear tu presupuesto

¡Y si piensas que la carne Natural es muy cara! Estás en lo cierto, pero nunca debió ser económica. Estamos hablando de un ser vivo que nos ha entregado su vida para nutrirnos y, por lo tanto debemos asegurarnos de que tenga la mejor vida posible. Además, no necesitamos la cantidad de carne que consumimos actualmente, ni tampoco la frecuencia con la que la comemos.

Es así que una buena manera de reducir las porciones de carne, es teniendo como referencia la palma, y aprovechar todo lo que el animal nos entrega, privilegiando los cortes más nutritivos, que tienden a ser los más económicos, como el osobuco, tapapecho, posta paleta, corazón, hígado y patas.

Consumir carne – una decisión personal

La carne, cuando es de buen origen, es una excelente fuente de nutrición, en donde no sólo nos entrega suministros escenciales, como proteínas completas, fierro, vitamina B12, ácidos grasos y más, sino que que puede ser un excelente apoyo para cuando necesitamos enraizarnos o volver a poner los pies en la tierra.

Finalmente, asegurarles que el consumo de carne es una decisión personal. Si decides incluirla en tu dieta y la de tu familia, es importante hacerlo de la manera más consciente posible, y sin duda, las carnes de libre pastoreo de ganadería regenerativa es una de las mejores alternativas.

Yo recomiendo las carnes de Carnes Manada – ganadera chilena, certificada como Empresa B, que busca transformar al campo chileno en un espacio de desarrollo sostenible, buscando poner en el centro a las personas, el medio ambiente y los animales.