A pesar de las recomendaciones y políticas gubernamentales sobre alimentación implementadas en las últimas 4 décadas, las enfermedades crónicas como la obesidad, depresión, enfermedades cardiovasculares y diabetes entre otras, siguen en aumento.
La “causa-raíz” de los problemas crónicos de hoy en día se deben al estilo de vida actual sedentario, que incluye una dieta saturada de azúcares basada en productos procesados.
La Organización Mundial de la Salud estima que el 71 % de las muertes en el mundo, se deben a enfermedades no contagiosas. En otras palabras, relacionadas con el estilo de vida. Puedes leer el reporte aquí.
Ahora que el sistema de alimentación en el que estamos trabajando está bien establecido, es momento de volver a conectarnos con todo lo que nos llevó a tomar la decisión de realizar un cambio en nuestra vida.
El objetivo es entender qué áreas de nuestra vida requieren de mayor atención, para así, continuar desarrollando mecanismos alternativos al azúcar y la comida, y generar satisfacción de manera sostenible en el tiempo.
Probablemente cuentas con una mayor claridad mental, ahora que ya has pasado 2 semanas libre de azúcar y del exceso de carbohidratos presentes en harinas, masas, pan, arroz y productos procesados. Es entonces la oportunidad ideal para que vuelvas a realizar el ejercicio Tu Vida en Balance y lo compares con los resultados de la semana 0.
No olvides que cuando uno o más de los pilares están insatisfechos, tendemos a compensar la insatisfacción con cosas que nos generan placer, como el azúcar, pero que no solucionan el problema.
La raíz de nuestros problemas está siempre relacionada con nuestro estilo de vida y es un trabajo de desarrollo personal que no termina aquí. Es un trabajo continuo.
Completa tu diagrama Tu vida en Balance y compáralo con la versión que trabajaste en la semana 0. ¿Cómo ha cambiado?
Descargar evaluación Tu Vida En Balance
Durante la semana 0 tuviste la oportunidad de explorar las razones por la que se nos hace tan díficil cambiar esos viejos hábitos, fuertemente arraigados en nuestro ser y que muchas veces nos impiden cambiar. Nos llevan a generar de manera inconsciente, comportamientos que obstaculizan el logro de nuestros objetivos.
¿Creaste un plan de acción en base a lo que identificaste en la Inmunidad al Cambio?
¿Has puesto atención a los comportamientos que nos llevan a autoboicotearnos?
¿Llevaste a cabo acciones para evitar el autoboicot?
Es una buena idea que vuelvas a realizar el ejercicio para que veas qué ha cambiado y qué hábitos te ha sido más difícil cambiar.
Si tienes dudas sobre cómo realizar el ejercicio, revisa el ejemplo de la semana 0 o deja tus preguntas en el grupo privado de Facebook.