En la tercera semana, mantenemos los cambios que implementamos en la semana 2.
Te recomiendo que no te saltes el desayuno durante el programa 28 días sin azúcar, pues te ayudará a evitar los antojos y ansiedad por cosas dulces que usualmente se generan a media mañana.
Una buena manera de asegurarte saciedad y liberación de energía de manera estable y sostenida, es priorizar el consumo de:
Durante las semanas 2 y 3, debes reemplazar tu pan de quinoa o de cualquiera de las opciones en que se utilicen harinas, por alternativas bajas en carbohidratos, como el pan de almendras.
No olvides revisar los íconos explicativos de las recetas.
A continuación podrás ver un ejemplo de un buen desayuno para la semana que viene:
Prioriza el consumo de proteínas, fibra y grasas saludables.
Recomendamos no incluir carbohidratos altos en almidón durante el almuerzo y reemplazarlos por fuentes de grasas saludables. Esto le permitirá a tu cuerpo, volver a aprender a cómo utilizar fuentes de energía alternativas a la glucosa como energía. Asimismo, te ayudará a evitar la fatiga y somnolencia típica que se genera luego de almorzar.
A continuación te mostramos un diagrama con las sugerencias de proporciones de alimentos para generar saciedad y energía de largo aliento:
El plato Kinu del ejemplo es una clara demostración de un almuerzo equlibrado:
Prioriza el consumo de proteínas, fibra y grasas saludables. Si gustas, puedes agregar carbohidratos altos en almidón, con un límite del 20% del plato. Como se muestra a continuación:
El plato Kinu del ejemplo es una clara demostración de un almuerzo equlibrado:
Es importante mantener un buen nivel de hidratación, en particular cuando se baja el consumo de carbohidratos (por cada gramo de glucógeno, hay entre 3 a 4 gramos de agua).
Asimismo, es importante mantener una buena ingesta de alimentos altos en minerales para asegurar el balance de elctrolitos. Revisa tu guía práctica sobre alimentos ricos en magnesio, potasio y sodio, y asegúrate de incuirlos en tu dieta.
Al igual que en la semana anterior, el objetivo es solo consumir snacks si existiese hambre real, físico. Por lo tanto es importante concetarse con las sensaciones de nuestro cuerpo al momento de querer comer. Pues la gran mayoría de las veces el hambre es emocional.
En caso de hambre físico, utilizar alguna de las siguientes alternativas:
Si te das cuenta de que lo que sientes es hambre emocional, producto del estrés, ansiedad o simplemente inercia de tus antiguos hábitos:
Revisa la guía práctica de Tácticas para combatir la ansiedad e implementa alguna de las indicaciones que allí se explican.
Las infusiones de hierbas son también una excelente opción para cuando tengas apetito y no tengas nada saludable al alcance de la mano.